El pasado jueves 25 de Noviembre asistí a una #cataprivada de Gintonics por cortesía de @LoCatamos. La fecha de la cata fue escogida con premeditación y alevosía pues coincidía con su cata número 25 ¡Felicidades amigos!
Vamos al meollo de la cuestión, encima de la mesa 4 tipos de ginebra diferentes entre las que provamos una: Citadelle, Magellan, Gin mare y Vigne.
Y como no podía ser de otra manera les acompañaban 4 tónicas distintas: Nordic, Fentimans, Fever-Tree y 1754.
Empezamos la cata de Gintonics de la mano de nuestro experto Sergio. Lo primero que debíamos hacer para prepara un buen Gintonic es tener las herramientas adecuadas y a partir de ahí empezamos: en un vaso de bola ponemos 4 cubitos de hielo y removemos en forma circular con el agitador. ¿Por qué? Muy sencillo, para enfríar nuestra copa y tomarnoslo a la temperatura adecuada.
Una vez tenemos la copa enfriada ponemos en un vaso de chupito 2 dedos de ginebra (los dos dedos a lo ancho y no a lo largo cómo les pasa a algunos que llenan el vaso hasta arriba…). Y vertemos el contenido en la copa. Este proceso se repetirá para los cuatro gintonics que preparamos.
En el primero añadimos Citadelle, raspaduras de naranja, de lima, y tónica Fentimans. El sabor era bueno, me gustó.
El segundo era Magellan, raspadura de limón, raspadura de naranja, pimienta y tónica Nórdic. Este me gustó más que el primero. Su sabor era más dulce a mi paladar.
El tercero era de Gin mare, raspadura de naranja y tónica Fever-Tree. Este me pareció muy seco, y no me terminó de gustar.
Y finalmente el cuarto y último era de Vigne, con trozos de fresa natural, sirope de fresa (dulzón en mi caso, ya que soy más de dulce que de seco) y raspadura de naranja. Este estaba delicioso. Sencillamente sublime.
Sinceramente os recomiendo vivir la experiencia. Por una tarde me sentí toda una artista de los cócteles gintoniquianos y me vi capaz de prepararlos. Es una buena iniciativa para un día diferente o bien con amigos, con compañeros de oficina o con familia.
Recuerda, la tónica se vierte enganchada al agitador de manera que se introduzca bien entre la ginebra, así casi no tenemos que remover.
Estoy contigo, experiencia 100% recomendable, lo malo es que ahora una se acostumbra a lo bueno y a ver quien vuelve a pedir un gin tonic en una discoteca.
¡Cierto! Se me había olvidado poner ese detalle, en cuanto pueda lo añado, ¡gracias!
Exacto, ahora ya tenemos que ir a por unos gintonics elaborados y sobretodo ¡buenísimos! 🙂
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